📸 Galería | Triduo a María Santísima de los Dolores
La Santa Iglesia Catedral acogió esta pasada semana los cultos que cada mes de septiembre la Hermandad de los Judíos celebra en honor a María Santísima de los Dolores.
En el altar mayor del templo mercedario se erigía el aparato de cultos dispuesto por la priostía de la hermandad, presidido por la Virgen de los Dolores elevada sobre su peana de salida. Un dosel en tonos burdeos y rojos cubría el camarín del altar, enmarcando a la dolorosa que quedaba alumbrada un buen número de piezas de candelería y fanales dispuestos sobre las gradas del altar. A los pies de la dolorosa servita se situaba un manifestado de madera tallada y dorada escoltado por dos ángeles en el que quedaba expuesta la reliquia de San Manuel González García, quien fuera arcipreste de Huelva y hermano de la Hermandad de los Judíos. El montaje se completaba con dos grandes centros de rosas rosas y antirrinos blancos.
María Santísima de los Dolores vestía saya de raso blanco bordada en oro a realce por Manuel María Ariza en 1863 y manto de terciopelo azul bordado en oro a realce por Celestino Rodés y las Hermanas Antúnez entre los años 1868 y 1877, ambas piezas cedidas para la ocasión por la Hermandad de las Siete Palabras de Sevilla. Sobre su testa porta su reconocible corona de plata sobredorada que repujase Seco Imberg en 1926.