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Una lluviosa tarde de 4 de enero junto al Dulce Nombre de Jesús

Huelva disfrutó en la tarde de ayer de la primera procesión del año. La lluvia no fue óbice para que la Hermandad de la Misericordia procesionara a su titular, el Dulce Nombre de Jesús, por las calles del centro de la ciudad. Una procesión que mezcla el aroma cofrade con el ambiente navideño que se vive en la ciudad en víspera de la llegada de sus majestades los Reyes Magos.

A las cinco de la tarde, hora prevista para el inicio de la procesión, los paraguas tomaban la calle Rábida. La lluvia se hacía presente y un encapotado cielo dejaba pocas dudas para suspender la salida procesional. Sin embargo, la cofradía del Jueves Santo decidió esperar y confiar en los partes meteorológicos que auguraban una mejora de la situación una vez pasara el frente de lluvias que en esos momentos descargaba sobre la ciudad. Una espera que se alargó en torno a la hora y media, momento en el que el cortejo que antecedía a las andas del Niño Jesús comenzó a salir del templo propio de la cofradía. Sorteando los charcos que daban testimonio de las lluvias recién acabadas, la cruz alzada marcaba el camino a un cortejo compuesto por pequeños y mayores, acompañados por diferentes representaciones de grupos jóvenes de las hermandades onubenses.

El capellán de la hermandad, el sacerdote salesiano D. Jorge Juan Reyes, acompañaba a la junta de gobierno que encabeza Rogelio Rodríguez en la presidencia de la procesión. Tras ellos, pisaba las calles la imagen del Dulce Nombre de Jesús portada sobre un remozado paso procesional. La talla que realizara Salvador Guzmán en 1993 se disponía por vez primera bajo un templete de madera dorada de estilo gótico adquirido en un anticuario y quedaba elevada por una peana circular sostenida por querubines. El paso se completaba con cuatro hurricanes de madera oscura con coronitas de orfebrería que daban luz al conjunto y cuatro bouquets sobre jarras doradas y otros tantos centros sobre los respiraderos con un variado exorno floral en tonos rojos, verdes y blancos.

El Dulce Nombre de Jesús vestía túnica de encaje color beige ceñida por una lazada bordada en hojilla y portaba en sus manos un lábaro de orfebrería con el lema de la hermandad «Dives in Misericordia«. Recorrió bajo las luces de Navidad, portado por su joven cuadrilla de costaleros, el camino que separa su templo del Convento de las Hermanas de la Cruz, donde fue recibido por los rezos de las hermanas. Los sones musicales de esta primera procesión del año estuvieron a cargo de la Agrupación Musical Santa Águeda, de Villalba del Alcor.

Sergio Borrero
Director de CuartoTramo.com, el diario digital cofrade onubense. Hermano de la Hermandad de la Borriquita

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