Rogativas a Nuestra Señora de la Cinta para pedir la lluvia
La falta de lluvia empieza a ser muy preocupante. Las escasas precipitaciones en lo que va de año y las pésimas previsiones a corto y medio plazo provocan que la palabra sequía esté en boca de todos los ciudadanos. Los fieles onubenses no son ajenos a ello y en estas semanas han empezado a verse Rogativas a la Virgen de la Cinta para pedir la lluvia.
En los bancos de la Santa Iglesia Catedral de la Merced hemos podido ver en estos días de escasas lluvias y pantanos secándose cuartillas con una oración de rogativas a la Santísima Virgen de la Cinta «para pedir el don de la lluvia». Un acto habitual a lo largo de los siglos, una oración a Dios y a su bendita madre para pedir su intercesión y que la ansiada lluvia riegue pronto campos y ríos. Sin ir más lejos, en noviembre de 2019 el entonces obispo D. José Vilaplana dispuso que «en todas las parroquias de la Diócesis de Huelva, se ofrezcan oraciones para pedir al Señor que nos conceda la lluvia tan necesaria para los campos y manantiales» ante la situación de prolongada sequía que padeció nuestra provincia en dicho época.
Remontándonos unos años atrás, hasta 1944, nos encontramos en las páginas del diario ODIEL la crónica de la celebración entre los días 11 y 13 de febrero de un triduo de rogativas a la Virgen de la Cinta y la procesión de la patrona por los alrededores de su Santuario al término del último día de triduo. El diario señalaba que «conocida la sequía que ha existido durante el actual invierno, se hace necesario acudir a la Santísima Virgen para implorar su Divina Gracia». Cinco años más tarde, en 1949, sería la devota imagen del Señor Cautivo de San Pedro la que recorrería su feligresía pidiendo «el beneficio de la lluvia para que fecunde nuestros campos».
Ante esta situación, resulta llamativo que, mientras en la Catedral se ruega por la lluvia, el tema estrella de debate en cualquier corrillo de cofrades sea la llamativa propuesta del Consejo de Hermandades de salir en otra jornada ante el temor de que la lluvia afecte a la Semana Santa.
