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La Virgen de la Cinta regresó a su Santuario del Conquero navegando sobre un mar de onubenses

Finalizaron las fiestas de la Cinta con el regreso de la patrona a su Santuario del Conquero. Punto y final a unas semanas de intenso fervor que tuvieron su epílogo en la jornada de ayer con el tradicional traslado popular de la Virgen Chiquita, un multitudinario traslado que transcurrió entre cantes, vivas y muestras de amor.

Sin más protocolo que el acompañamiento de toda Huelva. La Virgen de la Cinta abandonaba la Catedral donde permanecía desde el pasado 21 de agosto tras una primera levantá que dio Jesús Flichi, mayordomo de la hermandad. Cuando el paso de plata de la Virgen enfilaba la puerta, bajo el coro de la catedral, llegaban los primeros cantes en honor a la patrona«Azul y blanco los colores de mi cielo y en Conquero está mi Virgen de la Cinta, la que más quiero» cantaba el grupo Onuba. Unos cantes que se repetirían durante todo el recorrido, una seña de identidad de esta popular procesión.

Ya bajo el dintel del templo, era D. Santiago Gómez quien llamaba a la cuadrilla de costaleros para iniciar el traslado mientras en la calle se escuchaba la marcha Amargura, Reina de la Madrugá. Un homenaje a la dolorosa de la Hermandad del Nazareno que será coronada el próximo año y cuya madrina de la coronación será la Hermandad de la Cinta. Tras cruzar la puerta, la Banda de Música Nuestra Señora de las Mercedes de Bollullos Par del Condado entonaba el himno nacional para recibir con honores a la patrona y alcaldesa perpetua de la ciudad. Comenzaba de esta manera el traslado de la Virgen de la Cinta a su Santuario, con la luz dorada de la tarde onubense reflejándose en la plata de su paso.

Los nardos y rosas que exornaban el paso perfumaban el procesionar de la Virgen de la Cinta en un itinerario que como es tradición le llevaría a cruzar por las barriadas de la Navidad, las Colonias y el Carmen hasta plantarse en el Humilladero de la Cinta. Una larga línea recta colmada de rezos cantados, sevillanas, lluvias de pétalos y vivas a la patrona. Hasta pasadas la 01:30h de la noche no llegaría la Virgen a las puertas del Santuario. Una estampa novedosa, al entrar en el mismo por la puerta principal como ya sucediera en la bajada. Novedoso fue también el acceso al templo, recorriéndose el Paseo de la Procesión de los Marineros hasta acceder a la Plaza de los Capellanes. El castillo de fuegos artificiales con la Virgen de la Cinta mirando a la Ría de Huelva ponía el punto y final a los días de la Virgen.

Sergio Borrero
Director de CuartoTramo.com, el diario digital cofrade onubense. Hermano de la Hermandad de la Borriquita

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