La catedral acogió por vez primera al Señor de la Entrada Triunfal en Jerusalén
Jornada extraordinaria la vivida por la Hermandad de la Borriquita, conmemorando el 75º aniversario de su erección canónica y de su primera salida procesional. Un día dividido en dos partes en cuya jornada matutina estuvo protagonizado por el traslado del Señor de la Entrada Triunfal en Jerusalén desde la Mayor de San Pedro hasta la Santa Iglesia Catedral.
A las once y media de la mañana se abrían las puertas de San Pedro para dar comienzo al traslado. En el interior del templo se leía la primera de las meditaciones a Cristo Rey, lecturas que se continuaron durante todo el caminar del Señor en la voz del periodista y hermano de la cofradía Manuel Jesús Montes. A continuación la cruz de guía, iluminada en esta ocasión por una pareja de faroles cedidos por la Hermandad de la Redención, cruzaba el dintel seguida de pequeños hermanos portando cirios. En la presidencia acompañó al hermano mayor, Abraham Cruz, el párroco de San Pedro, D. José Arturo Domínguez, y el delegado de hermandades, D. Andres Vázquez.
Con una luz de Domingo de Ramos en pleno 25 de junio, el Señor montado a lomos de un borriquillo salía a las calles, entrando triunfal en Huelva como viene haciendo desde hace 75 años. Un variado monte de flores blancas exornaba el paso sobre el que se disponía la sagrada imagen, cedido por la Hermandad de la Vera+Cruz de Cartaya y que en sus orígenes perteneció a la Hermandad de los Judíos. Las imágenes de la Virgen de la Cinta y San Sebastián, patronos de esta ciudad, se encontraban sobre la canastilla.
Los sones de un grupo de cámara de la Orquesta Colombina Onubense junto a la «Schola Diocesana» dirigida por Sergio Lazo pusieron el toque musical a este traslado. Hermanos y devotos arroparon durante todo el recorrido al Señor, que pasó por dos lugares singulares en la historia de la cofradía que no tienen protagonismo en el Domingo de Ramos. El primero de ellos la Plaza Nuestra Señora de los Ángeles, inaugurada años atrás a los pies de la Parroquia Mayor de San Pedro, y la calle Aragón, lugar donde antaño tuvo su casa hermandad la cofradía.
El Señor de la Entrada Triunfal en Jerusalén llegaba al porche de la catedral, donde era recibido por la Hermandad de los Judíos junto al delegado diocesano para la liturgia, D. Francisco José Feria Reviriego. Tras entrar en la catedral, las andas procesionales se dispusieron frente al altar mayor de la Santa Iglesia Catedral. Con el titular de la Borriquita frente a la Virgen de los Dolores, la coral de la Merced entonó el solemne «Te Deum» como acción de gracias.