Jesús Sacramentado recorrió un año más las calles del barrio de San Francisco
El pasado viernes, culminado los cultos sacramentales que la Hermandad de la Esperanza celebra en la octava del Corpus, la cofradía del Miércoles Santo celebró por las calles aledañas a su sede canónica su procesión eucarística. Una procesión que regresaba tras el impás provocado por la pandemia y que recuperaba su formato clásico, tras la procesión extraordinaria que tuvo lugar en el 2019.
Finalizada la Solemne Función al Santísimo Sacramento dio comienzo la procesión por el barrio de San Francisco. Los sones de la banda de la cofradía, la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de la Expiración, Salud y Esperanza anunciaban al vecindario la presencia de Su Divina Majestad. Tras los músicos, el guión sacramental precedido por un grupo de niños carráncanos abría el cortejo, seguido de pequeños vestidos de primera comunión. El Simpecado Concepcionista y el banderín de Santa Ángela figuraban en un cortejo formado por varias decenas de hermanos portando cirios. El hermano mayor, José Manuel Mora, era acompañado en la presidencia por el presidente del Consejo de Hermandades, Antonio González.
Las andas procesionales, con respiraderos de madera tallada y dorada de procedencia cartayera, aparecía exornado por un friso y cuatro bouquets sobre jarras a base de rosas, lisianthus y crisantemos blancos y espigas de trigo. Iluminaba a la custodia de asiento cincelada por Orfebrería Ramos en el 2007 cuatro grandes cirios en cada esquina y dos faroles en los costeros. El Cuerpo de Cristo era portado en la custodia que cincelara en plata de ley sobredorada los Hermanos Lama en 1990. Tras el paso se situaba el director espiritual de la hermandad, D. Longinos Abengózar, seguido del palio de mano. Cerraba el cortejo los sones musicales de la Banda del Liceo de la Música de Moguer.
La procesión, que recorrió las calles peatonales más próximas al templo, vivió uno de sus momentos más emotivos cuando llegó a la Plaza Niña y fue recibida a las puertas de la capilla del Convento de las Hermanas de la Cruz, camaristas de Nuestra Señora de la Esperanza Coronada.
