El Cristo de la Lanzada recorre en Vía Crucis las Colonias a una semana del Viernes de Dolores
Las calles de las Colonias se hicieron silencio en la tarde noche de ayer al paso del Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada. La cofradía del Martes Santo realizó como es tradición el rezo del Vía Crucis por la feligresía de la Parroquia de los Dolores, tras una jornada que se iniciaba con la veneración al Señor y que terminaría con la subida de la imagen a su paso procesional.
A los pies del Conquero y entre las casitas bajas que pueblan las calles de la barriada de las Colonias que aun nos recuerdan como fue la Huelva de hace unas décadas, los fieles y devotos rezaban cada una de las estaciones del Vía Crucis. Varias parejas de hermanos con velas seguían la estela de la cruz alzada que abría el cortejo, ocupando la presidencia el párroco de los Dolores D. Pedro Jan Kluk junto al hermano mayor, Juan Romero. El Vía Crucis contó como suele ser habitual con los sones del trío de capilla de la Banda Municipal de Música de Aznalcóllar.
Unas cruces iluminadas por dos cirios marcaban cada una de las estaciones a lo largo de un itinerario que llegó hasta las puertas de la residencia de mayores de las Hermanas de la Cruz. El Señor llegaba a la casa de los ángeles que habitan en su barrio en la intimidad de los rezos y la oscuridad de la noche, contrastando con los momentos que se vivirán en una semana, cuando la Virgen de los Dolores llegue sobre su paso de palio derrochando luz y alegría en la procesión que abre nuestra Semana Santa.