Ricardo Pueyo ilustra el cartel anunciador de la Solemnidad del Corpus Christi en Huelva

La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús acogió en la tarde del domingo la presentación del cartel anunciador de la Solemnidad del Corpus Christi en Huelva en este año 2023. D. Joaquín Sierra, vicario Episcopal de Huelva-Ciudad y José Ivars, hermano mayor de la Sagrada Cena, fueron los encargados de descubrir el cartel al término del primer día del Triduo Sacramental del Polvorín.

El artista natural de Cantillana Ricardo Pueyo es el autor de la obra. El Santísimo Cristo del Amor protagoniza el cartel, con motivo del LXXV aniversario fundacional de la Hermandad de la Sagrada Cena. Su portentosa efigie aparece representada en posición frontal, está revestido con túnica y manto blanco ondeando al viento y posee actitud de bendecir. Es el propio Jesucristo el que aparece representado como Hostia viva, manifestación tangible de la presencia y el amor divino en el mundo.

La Hostia Consagrada en la Eucaristía no sólo representa el cuerpo y la sangre de Cristo, sino que se convierte en ellos de manera real y efectiva y nos recuerda la naturaleza sacrificada de Jesús. Además, en esta escena Jesucristo aparece representado como creador y rey del universo, la luz que ordena el cosmos. El cartel se trata de una pintura digital en la que la Imagen Cristo se convierte en epicentro a partir del cual irradian una serie de motivos simbólicos y alegóricos, que, enmarcando a Jesús, son el resultado de un meditado estudio.

En la Última Cena, Jesucristo tomó el pan y el vino y los ofreció a sus discípulos como un símbolo de su cuerpo y sangre, que serían entregados por la salvación de la humanidad. Desde entonces, la Eucaristía se ha considerado como una forma de unión con Jesús, ya que los fieles reciben su cuerpo y su sangre. Acogiendo a la figura de Jesús aparece representada María Santísima como primer sagrario de Cristo, se trata de una interpretación de la Virgen de la Cinta. María también es considerada un modelo de devoción eucarística, al ser la primera en recibir a Cristo en su cuerpo. Por eso, la devoción a María y a la Eucaristía se complementan mutuamente. Adorar a Cristo presente en la Eucaristía es similar a adorar a Cristo en María, ya que ambos son manifestaciones de la presencia divina en el mundo. María es un modelo de fe y devoción eucarística, y su ejemplo nos invita a acoger a Cristo en la Eucaristía con el mismo amor incondicional que ella lo recibió en su vida.