La Parroquia de San Sebastián celebró su Vía Crucis parroquial con el Cristo de la Sangre
La feligresía de San Sebastián acogió uno de los últimos cultos públicos de la Cuaresma, en vísperas del Viernes de Dolores. La parroquia del patrón celebró su Vía Crucis parroquial, presidido por la sagrada imagen del Santísimo Cristo de la Sangre.
Pasadas las ocho y media de la tarde se organizaba el cortejo en el interior del templo, tras permanecer durante toda la jornada el Cristo de la Sangre en devoto besapié. La cruz alzada salía a las puertas del templo seguida de dos filas de feligreses y hermanos de las hermandades de los Mutilados y los Estudiantes iluminando con sus cirios el camino. Los sones del trío de capilla Gólgota llenaban de música los silencios de los fieles que acompañaban en las aceras y tras el crucificado el rezo del Vía Crucis.
El Cristo de la Sangre era portado a hombros por sus costaleros sobre unas andas exornadas con rosas rojas a los pies de la cruz. Tras las andas se situaba D. Jacek Pawel Piskrzyński, vicario parroquial de las parroquias de San Sebastián y de San José Obrero. El itinerario llevó a la imagen hasta el pasaje Cristo de la Sangre, retornando al templo en torno a las diez de la noche. Acto seguido la Hermandad de los Estudiantes realizó la subida de su titular al paso.