La feligresía de San Pedro rezó un año más su Vía Crucis junto a la imagen del Señor Cautivo
La Cuaresma va cumpliendo plazos, señales que nos anuncian la inminencia de la Semana Santa. Con casi todos los cultos de nuestras hermandades ya celebrados y en puertas de que los pasos comiencen a poblar nuestros templos, comienzan a proliferar los rezos del Vía Crucis por las calles de la ciudad. En el día de ayer tuvo lugar el presidido por la imagen del Señor Cautivo por la feligresía de San Pedro.
Pasadas las ocho y media de la tarde, una vez finalizada la misa parroquial, comenzó a salir por las puertas del templo el cortejo que antecedía a las andas del Cautivo. Un cortejo formado por miembros de la comunidad parroquial junto a las representaciones de las cinco hermandades de la parroquia: Borriquita, Pasión, Buena Muerte, Descendimiento y Santo Entierro. Con sus cirios se iba alumbrando el caminar de la devotísima imagen por el entorno del templo. Antecedían a las andas del Señor el párroco de la Mayor de San Pedro, D. José Arturo Domínguez Asensio, y el párroco in solidum Francisco José Feria Reviriego.
El Señor Cautivo vestía túnica de terciopelo morado con el escapulario con la cruz trinitaria sobre su pecho. Pendía de su cuello una condecoración militar, ofrendada semanas atrás por un devoto del Señor. Sobre su melena de pelo natural se disponía la corona de espinas y un juego de potencias cinceladas en metal sobredorado. La sagrada imagen era portada sobre unas andas exornadas con un friso de claveles rojos e iluminada por los faroles de guardabrisa de orfebrería del paso del Santo Patrón San Sebastián. Los sones musicales lo ponían un trío de capilla entre el rezo de cada una de las estaciones. El rezo del Vía Crucis discurrió por el itinerario habitual, transitando por el Paseo Santa Fe y La Fuente, para retornar a la castiza plaza de San Pedro. El
