Opinión

«Cuenta lo que has visto y oído». Carta del Obispo de Huelva con ocasión del DOMUND 2021

Santiago Gómez Sierra
Obispo de Huelva


Queridos hermanos y hermanas:

“Cuenta lo que has visto y oído” (Hch. 4,20) es la invitación que este año nos hace la campaña del Domingo Mundial de las Misiones, DOMUND, en la sugerencia de renovar la responsabilidad que como cristianos tenemos de compartir la experiencia de nuestro encuentro con Jesucristo Resucitado, fundamento de nuestra fe.

Todos somos partícipes del mandato apostólico de anunciar el Evangelio a toda la humanidad (Mc. 16,15), envío que fundamenta la naturaleza y la esencia de la Iglesia y, por tanto, de cada bautizado.

Dice el Papa Francisco en su mensaje para esta Jornada que «nuestra vida de fe se debilita, pierde profecía y capacidad de asombro y gratitud en el aislamiento personal o encerrándose en pequeños grupos; por su propia dinámica exige una creciente apertura capaz de llegar y abrazar a todos. Los primeros cristianos, lejos de ser seducidos para recluirse en una élite, fueron atraídos por el Señor y por la vida nueva que ofrecía para ir entre las gentes y testimoniar lo que habían visto y oído: el Reino de Dios está cerca. Lo hicieron con la generosidad, la gratitud y la nobleza propias de aquellos que siembran sabiendo que otros comerán el fruto de su entrega y sacrificio».

Esa entrega y sacrificio está presente en los agentes de la pastoral misionera y, por supuesto, en los misioneros y misioneras (sacerdotes, religiosos y laicos) que testimonian a Jesús, llevando el Evangelio con palabras y obras. Ese impulso misionero no se hace sin haber visto y oído al Señor, sin haber experimentado su amor y su gracia.

Especialmente conmovedor es ser consciente de que la misión forma parte de nuestro ser cristiano, a pesar de nuestras pobrezas. El encuentro con el Señor está orientado a ver y a oír a Jesús. Esa visión está muy presente en la experiencia pascual de los apóstoles, como Juan, que “vió y creyó” (Jn 20, 8). Cada uno de nosotros está llamado a tener ese encuentro en la fe con el Señor, un encuentro transformador, que supera nuestras carencias. Como ha dicho el Santo Padre: «aun los más débiles, limitados y heridos pueden ser misioneros a su manera, porque siempre hay que permitir que el bien se comunique, aunque conviva con muchas fragilidades» (Christus vivit, 239).

Sabemos que nuestra responsabilidad evangelizadora no se reduce a llevar el Evangelio a nuestra diócesis onubense, sino que también somos responsables de la transmisión del Evangelio en todos aquellos territorios donde aún no ha sido anunciada la Buena Noticia de Jesucristo. Nos toca ir por delante donde el Maestro irá después a tocar aquellos corazones que siguen necesitando la salvación de Dios.

Este año el slogan del Domund hace referencia a esas tres actitudes humanas que construyen familia y crean vínculos fraternales: hablar, ver, oír:

Hablar y contar nuestra experiencia salvífica de Dios, no meros dichos y recordatorios, sino experiencia vivida de filiación y fraternidad que nos hace “Hijos y Hermanos”.

Ver con los ojos de Dios que nos hace descubrir las gracias y la cercanía del Padre, ver desde dentro aquello que nos acerca y nos hace ser dependientes de los otros.

Oír las necesidades y los dones de aquellos con los que construimos una realidad nueva, la realidad del Reino, la realidad de la familia de los Hijos de Dios.

Que María, Estrella de la Evangelización, nos acompañe en el seguimiento de su Hijo, para que seamos testigos misioneros y crezca nuestra conciencia misionera, con la oración y con la contribución económica para sostener el anuncio de Cristo, a quien hemos visto y oído.

Con afecto os saludo y bendigo.

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