Culmina la restauración de la Virgen del Rocío

Se acabó la espera. La Virgen del Rocío preside de nuevo su Santuario una vez culminado el proceso de restauración al que ha sido sometida en los últimos meses. Las manos de Fuensanta de la Paz han sido las encargadas de realizar esta intervención que ha devuelto todo el esplendor a la patrona de Almonte.

Cientos de rocieros se agolpaban a las puertas del Santuario a primera hora de la mañana de este frío penúltimo viernes del año. «Antes de Nochebuena», tal y como anunció el presidente de la Hermandad Matriz hace unos días, las puertas del Santuario se abrían de par en par a las diez en punto para mostrar en su interior a la Virgen del Rocío presidiendo nuevamente el templo. Entre vivas a la Madre de Dios y rezos todos los allí congregados ingresaban en el templo para tener frente a frente a la Blanca Paloma tras casi tres meses de espera. Salves, rezos y plegarias, acompañadas de cantes por sevillanas que se sucederían a lo largo de toda la mañana en el interior del Santuario.

Como informó la Hermandad Matriz, la Virgen del Rocío ha amanecido entronizada en el plan de altar, elevada sobre la peana de su paso pero sin el palio, a fin de que se aprecie mejor el resultado de la intervención realizada por Fuensanta de la Paz. Así permanecerá hasta el próximo mes de enero, cuando se reanude el calendario de peregrinaciones extraordinarias. La Virgen viste el «traje de los Montpensier», recientemente restaurado por el IAPH y luce la corona de la coronación canónica de 1919 y las ráfagas de punta de martillo, en plata sobredorada.