La Virgen de la Cinta ya está en el centro de la ciudad tras una inusual bajada
Llegó el amanecer más soñado de esta ciudad. Las calores del tercer domingo de agosto trajeron consigo la tradicional bajada de la Cinta desde su blanca casa que corona el Conquero hasta el corazón neurálgico de la ciudad. La Virgen de la cinta ya está en el centro de Huelva, comienzan así los días grandes junto a la patrona.
Una bajada distinta e inusual por lo nuevo del recorrido. Obligada por las obras que se están realizando tanto en el Conquero como en la Merced, la Hermandad de la Cinta tuvo que modificar tanto el recorrido como el lugar de celebración de los cultos, regresando tras varios años a la Parroquia de la Purísima Concepción. Hasta allí llegó atravesando las barriadas de Santa Marta y el Huerto Paco, dejando imágenes tan distintas como la visita de la patrona al Asilo de Ancianos de Santa Teresa Jornet o la entrada en el templo parroquial de Cristo Sacerdote.
Distinto fue también su paso por la feligresía de San Pedro, lugar donde antaño se celebraba la Solemne Novena a la patrona y al que no ha vuelto desde entonces. Bajo la vetusta torre de la Mayor de San Pedro discurrió la patrona en su trono de plata, siendo recibida en el entorno de la plaza por sus cuatro hermandades. Escoltada por las palmeras del Paseo Santa Fe, la patrona dejaba atrás la que fuera su casa para acercarse a la Concepción.
La Virgen de la Cinta y su Divino Hijo portaban para la bajada las preseas realizadas por Fernando Marmolejo, réplicas de las de la coronación, ráfaga sobredorada y media luna a sus pies. El templete procesional aparecía exornado por bouquets y grandes esquinas protagonizados por rosas y claveles junto a otras variedades en tonos rosas. Un exorno floral salpicado de granadas, elemento tan unido a la patrona de Huelva.
Al son del coro de campanilleros se realizó la bajada como es habitual, rezándose a lo largo del recorrido las diferentes estaciones del Santo Rosario. Las altas temperaturas que marcaron la jornada motivaron que, con gran esfuerzo por parte de la hermandad, cuadrilla de costaleros y los fieles que acompañaban a la Virgen, se llegara a la Parroquia de la Concepción con una hora de adelanto sobre el tiempo previsto.