La Virgen de la Merced recorrió un año más las calles de Huelva con motivo de su festividad
Con motivo de la festividad de la Virgen de la Merced, la Hermandad de los Judíos celebró en la tarde de ayer la salida procesional de su titular letífica, titular del templo catedralicio. Una procesión afianzada ya en el calendario de glorias de Huelva y que hace tan solo un año se convertía en la primera procesión en salir a la calle tras la pandemia.
Tras el toque de campanas de las espadañas de la catedral que marcaban las siete y media de la tarde, las puertas se abrían para dar paso al cortejo procesional. Un cortejo encabezado por la cruz alzada seguida de hermanos portando cirios. Junto al guión de la cofradía se pudo ver también en el cortejo un banderín con una pintura de la Virgen de la Merced. En la presidencia de la procesión acompañaban a Fernando Carvajal, hermano mayor, la diputada Leonor Romero, en representación de la Diputación de Huelva tan ligada históricamente a la cofradía del Jueves Santo; la presidenta del Puerto de Huelva, Pilar Miranda, y el párroco de la Merced y vicario episcopal D. Jaime Jesús Cano Gamero.
A los sones del coro de Campanilleros de la Esperanza se empezaba a mover en el interior del templo las andas de la Virgen. Unos sones que volverían a repetirse a lo largo del recorrido en diversos puntos. Tras superar el dintel del templo, Nuestra Señora de la Merced salía a las calles de Huelva en una agradable tarde, arropada por un buen número de cofrades que fue creciendo conforme la procesión avanzaba y se dirigía a la Parroquia de la Concepción. La Banda de Música Nuestra Señora del Carmen de Villalba del Alcor ponía sus sones tras el paso, banda que volveremos a ver junto a la Hermandad de los Judíos en la procesión extraordinaria de la Virgen de los Dolores del próximo mes de noviembre.
La Virgen de la Merced procesionaba un año más sobre su paso, conformado con los respiraderos del paso del Cristo de Jerusalén y Buen Viaje, los antiguos candelabros del paso de las Cadenas y la peana de salida de la Virgen de los Dolores. Todo ello exornado con varios centros y bouquets con un exorno en tonos blancos y amarillos. Elevada sobre su peana de ángeles, la Virgen Gloriosa lucía la saya de Casa Burillo acompañada por el escapulario que bordara el taller de Santa Clara en el año 2016 y manto blanco brocado en oro. Lucía su corona dorada cincelada por Joaquín Ossorio y ráfaga de ocho plateada obra del mismo orfebre, con unas curiosas flores en su parte posterior. Por su parte, el Niño Jesús estrenaba juego de potencias y túnica de damasco color calabaza, donaciones de varios hermanos. También eran estreno el juego de escapularios realizados por el bordador de Bollullos Par del Condado, Jesús Lagares Díaz, realizados con técnicas y aires conventuales.