Jornada de reconocimiento en el Santuario de la Cinta a los nuevos y grandes cinteros
Intensas emociones se han vivido en esta mañana de sábado en el Santuario Diocesano de la Cinta. Como cada año, la hermandad ha organizado en torno a la festividad de la Candelaria el acto de presentación de los niños ante la Patrona de Huelva. Un acto que este año se ha visto complementado con el homenaje que la corporación ha querido tener con sus últimos hermanos mayores como colofón a la reforma del entorno del Santuario.
A lo largo de toda la mañana han sido muchos los pequeños onubenses que en sus primeros años o meses de vida han sido presentados a la Virgen de la Cinta, pidiendo por su protección y poniendo el primer granito de arena de la devoción cintera. A los pies del altar mayor del coqueto templo, el hermano mayor junto al rector del Santuario, D. Andrés Vázquez, han ido recibiendo de manera individual a cada familia, ofreciendo una oración por cada pequeño. A las doce de la mañana se rezó el Ángelus ante Nuestra Señora de la Cinta, realizándose a continuación el homenaje a título póstumo a los hermanos mayores que con su trabajo y esfuerzo, han dado forma al Santuario y el entorno que hoy en día podemos disfrutar.
Primeramente se dio lectura del acta de la junta de gobierno en la que se aprobó la concesión de estas Cintas de Plata, distinción honoraria de la hermandad a estos grandes cinteros. A continuación, el hermano mayor, Esteban Brito, hizo entrega de las mismas a los familiares de los hermanos mayores Julio Buendía González, José Gallardo Alcañiz, Manuel Romeu Martín y Bienvenido Gonzalez Roldán, así como a quien fuera hermano más antiguo y referente de la tradición cintera, Manuel Silvan de la Corte. A continuación, el acto prosiguió en el recién nominado Paseo de la Procesión de los Marineros, donde han sido plantados cuatro almendros y un olivo en recuerdo de estos cinteros de pro, que desde ahora exornarán y contribuirán a embellecer aun más el entorno del singular Santuario de nuestra patrona.
