📸 Galería | Triduo a Nuestra Señora en su Soledad
La Hermandad de la Soledad del Silencio celebró en esta semana sus cultos cuaresmales en honor a su titular, Nuestra Señora en su Soledad. Unos cultos celebrados tras la restauración a la que ha fue sometida la imagen, trabajos de conservación realizados por la restauradora Ana Beltrán.
El altar mayor de la Parroquia de la Purísima Concepción acogía el altar de cultos dispuesto por la priostía de la hermandad. Un altar conformado por los respiraderos del paso procesional de la Virgen de la Soledad e iluminado por sus candelabros. Sobre la peana estrenada el pasado año se elevaba la dolorosa, enmarcada por un dosel de damasco verde en el que se leía la leyenda «Mater Dolorosa». Tras la imagen de la Virgen aparecía la cruz de la que colgaba un sudario junto a una soga y una escalera. Rosas blancas protagonizaban los dos bouquets y los distintos centros que daban forma al exorno floral.
Nuestra Señora en su Soledad vestía saya negra con bordados antiguos confeccionada por Pedro Ceada y su magnífico manto procesional con bordados del s.XVIII y de Elena Caro. La imagen lucía su corona de salida, obra cincelada en plata sobredorada por Ramón León Peñuelas en 1990.