El Santísimo Cristo de la Buena Muerte recorre las calles del centro de la ciudad en su Vía Crucis
La Hermandad de la Buena Muerte celebró en la tarde de ayer el rezo del Vía Crucis por las céntricas calles de la ciudad que rodean su sede canónica, la Iglesia de Santa María de Gracia. Un rezo presidido por la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte portado a hombros por sus hermanos y hermanas.
Pasados unos minutos de las ocho de la tarde las puertas de la iglesia de las Agustinas se abrían para dar paso al cortejo. La cruz alzada era seguida por jóvenes alumnos del Colegio de las Agustinas. A continuación los hermanos con cera color tiniebla iluminaban el caminar del Señor, que era antecedido por el cuerpo de acólitos. En la presidencia, el hermano mayor de la cofradía Carlos Galindo era acompañado por los pregoneros de 2021 y 2022, Eduardo Sugrañes y Jesús Flichi, así como Javier Pérez, vicepresidente del Consejo de Hermandades.
El Cristo de la Buena Muerte era escoltado por dos hermanos portando faroles y dos servidores de librea portando los faroles de mano de la Pía Unión. Los sones musicales lo ponían el trío de capilla de la Banda de la Consolación. Las esquilas de los diputados marcaban el caminar del rezo por las céntricas calles, rezo que se seguía por la megafonía que portaba la hermandad. Siguiendo los pasos del crucificado se encontraba D. Emilio Rodríguez Claudio, vicario general de la Diócesis de Huelva y director espiritual de la cofradía.