Sábado de gloria en el Polvorín junto a la Virgen del Rosario
La Virgen del Rosario Gloriosa puso el broche de oro al intenso mes de octubre que vive la Hermandad de la Sagrada Cena. El mes dedicado al Santo Rosario se vive con especial intensidad en la cofradía del Domingo de Ramos, con la celebración de numerosos cultos en honor a sus titulares que culminan con la salida procesional de la imagen letífica de la Virgen del Rosario por la feligresía del Sagrado Corazón de Jesús.
Con el sol cayendo sobre la ría onubense se abrían las puertas del templo del Polvorín. Daba comienzo la ya tradicional salida procesional de la Virgen del Rosario Gloriosa por las calles de su barrio. La cruz alzada era seguida por las representaciones de diferentes grupos jóvenes de la ciudad que acompañaron a la Hermandad de la Sagrada Cena en su procesión letífica. Hicieron lo propio las hermandades de la parroquia y la Hermandad del Rocío de Emigrantes, con quien se hermanó la corporación del Domingo de Ramos esta pasada Cuaresma. Tras ellos varias decenas de hermanos portaban cirios, iluminando el camino por el que discurriría la Virgen del Rosario Chica.
La sagrada imagen salía del templo a una calle Presbítero Pablo Rodríguez exornada con cadenetas de flores de papel. Decoración que, junto a gallardetes y distintas colgaduras se repitió por varias de las calles del barrio que recorrió la Virgen del Rosario. Un gran número de fieles aguardaban el inicio de la procesión, en una agradable jornada con temperaturas más propias de la primavera, tras unos días de fuertes lluvias otoñales.
María Santísima del Rosario en sus Misterios Gloriosos procesionaba en su paso, adquirido hace escasos años por la Hermandad de la Sagrada Cena, formando misterio junto a Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Siena. Las andas aparecían decoradas con cuatro bouquets en los costeros y unos centros en las esquinas con un exorno protagonizado por rosas y nardos entre otras variedades. Lucía el paso de estreno el dorado de los candelabros, trabajo realizado por el artista isleño Daniel Sánchez. La Virgen del Rosario vestía manto bordado en diferentes técnicas sobre tisú de plata, saya de tisú rosa bordada en oro y corona dorada enriquecida. La Santísima Virgen estrenó pendientes en plata de ley, obra de Juan Robles y donados por un hermano. Con motivo de la celebración del día contra el cáncer de mama, la imagen letífica portó en su saya lazo rosa bordado. El Divino Infante lució túnica de terciopelo rojo bordada en oro y corona de plata.
A los sones de la Banda de Música Albricias, de El Cerro de Andévalo recorrió las calles del barrio del Polvorín la Virgen del Rosario, viviéndose los momentos más emotivos como cada año a su paso por la calle Arroyomolinos de León, donde le aguardaba una lluvia de pétalos ofrecida por sus devotos.
