Un jueves de Corpus que en Huelva brilló más que el Sol
Huelva celebró en la tarde de ayer jueves la procesión del Corpus Christi. Un año más las calles del centro de la ciudad se llenaron de fieles para presenciar a Jesús Sacramentado, ratificando así con su presencia la decisión de trasladar esta procesión de la mañana del domingo a la tarde del jueves. Una procesión que este año recuperó su itinerario tradicional, partiendo de la Santa Iglesia Catedral y llegando hasta la Parroquia de la Purísima Concepción antes de regresar a la seo onubense.
El avance de las obras de la plaza de la Merced permitió este año la salida de la custodia desde el primer templo de la diócesis, aunque la presencia aun de las mismas en el centro de la plaza deslució la salida del Santísimo. Finalizada la Santa Misa Estacional en el interior de la Catedral de la Merced, daba comienzo la salida del largo cortejo que antecedía a la custodia. El guión sacramental de la Hermandad de los Judíos abría la marcha, seguido de los pequeños que este año han realizado su primera comunión vistiendo los trajes de tan señalado día.
Tras ellos comenzaba el desfile de hermandades de gloria y penitencia de la ciudad, en el que llamó la atención la ausencia de la Hermandad de la Victoria tras lo sucedido a lo largo de la mañana. Tras ellas comenzaban a abandonar el templo las hermandades sacramentales y asociaciones eucarísticas, cerrando este año este tramo la amplia representación de la Sacramental de Pasión. El cortejo lo cerraba como es habitual la hermandad capitular de los Judíos, seguida del seminario, clero y el propio cabildo catedral. Las campanillas que decoran la argéntea custodia que realizara Fernando Marmolejo Camargo en la década de los cincuentas anunciaba la salida del Santísimo a las calles de Huelva.
Los sones de la Banda Sinfónica Municipal de Huelva y la Coral de la Merced ponían la nota musical al cortejo. El paso de la custodia, escoltado por faroles portados por hermanos de la Sagrada Cena, presentaba un novedoso impacto visual, al contar este año con un exorno floral a base de rosas en tonos rojos y espigas de trigo. Tras la custodia se situaba el obispo de la Diócesis de Huelva, D. Santiago Gómez y las representaciones civiles y militares de la ciudad.