📸 Galería | Besamanos a la Inmaculada Concepción

La Hermandad de la Purísima Concepción celebró en la jornada de ayer 2 de febrero, festividad de la Presentación de Jesús en el Templo y la Purificación de la Santísima Virgen, conocida popularmente como la Candelaria, el besamanos a su sagrada titular. Un culto que cambiaba este año de fechas, pasando del mes de mayo a estos primeros días de febrero y que contó en horario matinal con la presencia de numerosos pequeños de los colegios de la feligresía, que acudieron con flores a postrarse a las plantas de la Inmaculada Concepción.

A los pies del coro del templo se disponía el altar, dispuesta la imagen que realizara Mario Moya bajo un llamativo dosel burdeos rematado con molduras doradas. Cuatro grandes blandones con cera blanca y dos candelabros de brazos daban luz al montaje, rematado con dos centros de flores blancas elevados sobre columnas y uno igual a los pies de la Santísima Virgen. La Inmaculada Concepción vestía su saya de salida, bordada en oro y sedas por Concha Caro y manto brocado en tonos celestes. Sobre su larga cabellera al aire se colocaba su corona cincelada en plata en su color por Orfebrería San Juan.