Los cielos se abrieron para que la Purísima Concepción pudiera pasearse por Huelva en su festividad
La Huelva cofrade pudo disfrutar de su última procesión del año junto a la Inmaculada Concepción. Tras unas intensas jornadas de lluvias que hacían peligrar la salida de la patrona de la Diócesis de Huelva, la junta de gobierno de la Hermandad de la Inmaculada decidió agarrarse a un claro de esperanza y, recortando su itinerario, Huelva pudo disfrutar de su gloria de diciembre.
Minutos antes de las cinco de la tarde, hora prevista para la salida, la noticia saltaba desde el interior del templo concepcionista. La junta de gobierno que preside Gracia González decidía echarse a las calles a tenor de la tregua que apuntaban las previsiones. Una salida más corta de lo habitual, por un recorrido que llegaría hasta la calle Vázquez López, renunciando así a causa de la lluvia a la visita al Convento de las Hermanas de la Cruz. Pasados unos minutos las puertas de la Parroquia de la Purísima Concepción se abrían para dar paso al cortejo, encabezado por la cruz alzada seguida de pequeños alumnos del Colegio María Inmaculada. Representaciones de las hermandades del Nazareno, Soledad y Victoria acompañaban a la corporación letífica en su día grande.
La Inmaculada Concepción presidía sus andas procesionales decoradas artísticamente con un variado exorno floral de tintes navideños. La imagen procesional de la titular del templo vestía su saya bordada en oro por Concha Caro y manto celeste brocado en oro, portando sobre sus sienes la corona que Orfebrería San Juan cincelara en plata, mismo metal que la media luna que se encontraba a sus pies. La imagen salía a la calles a los sones de su banda, la Banda de Música del Maestro Tejera de Sevilla, que tantos años vienen poniendo su música por las calles de Huelva en la festividad de la Inmaculada Concepción.
