Las calles de la Hispanidad volvieron a llenarse de Luz
La Virgen de la Luz volvió a recorrer las calles de la Hispanidad durante sus cultos del mes de septiembre. La titular de la Hermandad del Resucitado presidió el rezo del Santo Rosario por las calles de la feligresía del Pilar, un culto que el pasado año se convirtió en el primero en celebrarse en la vía pública tras la pandemia.
Pasaban las ocho de la tarde cuando la Virgen de la Luz abandonaba la nave de la Parroquia del Pilar para recorrer un sencillo itinerario rodeando la manzana que ocupa el templo del barrio de la Hispanidad. Durante el mismo, se rezaron las distintas estaciones del Santo Rosario guiados, megáfono en mano, por el director espiritual de la hermandad y párroco del Pilar D. Teodoro Bernal Serradilla. La cruz alzada encabezaba un cortejo integrado por varias parejas de hermanos portando velas y en el que se podía ver el Simpecado de la hermandad o una representación de la Hermandad del Resucitado de Ayamonte que acompañó a su homóloga onubense.
La Virgen de la Luz vestía el mismo terno que durante la celebración del triduo, compuesto de saya blanca bordada en oro, manto rojo con sus vistas bordadas y corona sobredorada, ajuar cedido por diversas hermandades de Huelva y provincia. Las andas se iluminaban con los candelabros de guardabrisas del paso del patrón San Sebastián y eran exornadas con un centro de flores en tonos rosas y crema a los pies de la Virgen. Acompañaban el rezo del Santo Rosario los sones de la capilla musical Stabat Mater con un repertorio de marchas procesionales adaptadas a la interpretación solo con trompetas.
Momentos antes de regresar a la Parroquia del Pilar, María Santísima de la Luz llegaba a las puertas de la Capilla del Cautivo, entrando en su interior hasta ponerse frente a las imágenes del Santo Cristo Cautivo y María Santísima Madre de la Misericordia. Aquí, en compañía de la junta de gobierno de la cofradía del Lunes Santo, se rezó el último de los misterios del rosario.