By 📸 Galería | Triduo a Nuestra Señora de las Angustias
La Ermita de la Soledad ha acogido durante esta semana que ha girado en torno a las festividades de la Exaltación de la Santa Cruz y de la Virgen de los Dolores el triduo en honor a la Virgen de las Angustias. Unos cultos que tendrán su continuidad durante el fin de semana, cuando la sobrecogedora talla se encuentre expuesta a la veneración de sus fieles.
Un amplio cortinaje de damasco negro cubría el altar mayor del templo, quedando centrado un dosel en el mismo color rematado por una bambalina negra. Bajo el mismo aparecía la Virgen de las Angustias iluminada por numerosas piezas de candelería con cera color tiniebla, dos de los faroles de su paso procesional y varios fanales. Claveles y crisantemos en tonos malvas daban forma a los dos bouquets dispuestos sobre jarras que escoltaban a la imagen.
Nuestra Señora de las Angustias, como es ya habitual verla, vestía por encima de sus ropajes tallados por Antonio León Ortega un manto de terciopelo negro como lo hiciera la primitiva imagen. Portaba la corona de Soledad de María cincelada en plata sobredorada por Jesús Domínguez.
