La feligresía de San Sebastián celebró su procesión eucarística de impedidos
La Hermandad Sacramental de los Mutilados celebró en la tarde de ayer jueves, día de la semana dedicado tradicionalmente a la adoración eucarística, su procesión de impedidos por las calles de la feligresía de la Parroquia de San Sebastián. Un culto al santísimo único en nuestra ciudad a día de hoy y que la cofradía del Domingo de Ramos se afana en mantener y potenciar con el paso de los años.
Al término de la santa misa daba comienzo la procesión por las calles aledañas a la casa del patrón de Huelva. La cruz parroquial caminaba al son de las campanillas y esquilas que unos pequeños monaguillos hacían sonar con efusividad. Tras ellos el estandarte sacramental de la cofradía, bordado en oro sobre tisú por el taller onubense Artebord, habría un tramo de hermanos de la cofradía portando cera roja, cerrando el cortejo el guión de la hermandad escoltado igualmente por cera de color sacramental. Como novedad este año, el Santísimo era precedido por los sones de un quinteto de metales de la Agrupación Musical Santísimo Cristo del Amor, interpretando un solemne repertorio de himnos eucarísticos y cantos litúrgicos.
Tras el cuerpo de acólitos llegaba Jesús Sacramentado bajo palio, portado en un copón de plata por el párroco de San Sebastián D. Cipriano del Toro. El palio, brocado en oro, era portado por miembros de la Hermandad de los Mutilados junto al hermano mayor de la Hermandad de los Estudiantes. Dos hermanos con faroles acompañaban al párroco hasta los domicilios de aquellos feligreses que habían pedido recibir el Cuerpo de Cristo durante este culto.