📸 Galería | Triduo a Nuestra Señora de la Paz

Como cada año, Nuestra Señora de la Paz toma el relevo en la Parroquia de San Sebastián a nuestro Santo Patrón en estos fríos días del mes de enero. La Hermandad de los Mutilados celebra en estos días, en torno a la festividad de la Virgen, sus cultos de regla en honor a su titular dolorosa.

La Virgen de la Paz preside el remozado altar mayor del templo, cuyo nuevo retablo ya se encuentra policromado a falta de añadir los detalles decorativos y las esculturas. Enmarcada en la hornacina del Cristo de la Sangre se dispone la dolorosa, elevada sobre diversas alturas conformadas por los respiraderos de su paso de palio. Dos piñas de candelería a cada lado y los candelabros de entrevaral ponen luz al montaje, que se completa con un variado exorno floral en tonos rosas y blancos dispuesto en dos grandes bouquets y otros cuatro de menos tamaño.

Nuestra Señora de la Paz viste saya bordada en oro sobre tisú de plata anudada a su cintura por un fajín de general, manto blanco con las vistas bordadas y toca de sobremanto bordada en oro por Rafael Infante, autor también de la saya. Lucía sobre sus sienes su corona de salida, cincelada en plata por el taller de orfebrería de los Hermanos Delgado.