El Señor Cautivo de San Pedro volvió a presidir su Vía Crucis parroquial
La Parroquia Mayor de San Pedro volvió a celebrar en una nueva Cuaresma su Vía Crucis parroquial. Una celebración que tras el impás del pasado año, volvía a pisar las calles de Huelva, en esta ocasión, desarrollándose por completo en el entorno de la remozada plaza de San Pedro. Como es habitual, la devota imagen del Señor Cautivo presidió este rezo con el que se pone punto y final a los cultos celebrados en su honor en las últimas semanas.
Las hermandades erigidas canónicamente en el templo volvieron a encargarse de la organización del rezo, junto al resto de la comunidad parroquial. Eran los hermanos de la Borriquita, Pasión, Buena Muerte, Descendimiento y Santo Entierro los encargados de portar las cruces que, iluminadas por dos cirios, señalaban cada una de las estaciones del vía crucis. Cruces que integraban el cortejo que antecedía a las andas del Cautivo y que al rezarse su estación, se colocaban a continuación de las mismas hasta retornar a la Mayor de San Pedro.
La imagen tallada por Antonio Bidón vestía túnica morada bordada en oro, luciendo sobre su característica cabellera de pelo natural corona de espinas y potencias cinceladas en metal sobredorado. Un exorno floral de corte romántico con rosas, lirios, gerberas y hortensias en tonos rojos y morados decoraban las andas sobre la que se colocaba el Señor, iluminadas con cuatro faroles de orfebrería en cada esquina.
El rezo de las estaciones se realizó alrededor de la plaza, estrenando la cera roja el nuevo firme peatonal que bordea este histórico enclave. Desde el porche del templo se daba lectura de cada estación del Vía Crucis, pudiendo seguir los fieles que acompañaban al Cautivo tras sus andas el rezo gracias a la megafonía dispuesta para la ocasión.