El Polvorín se viste de fiesta para celebrar el 75º aniversario de la Sagrada Cena
Extraordinaria jornada la que pudo vivirse en la tarde de ayer por el barrio del Polvorín junto a la Virgen del Rosario. El mes de octubre, tan señalado cada año para la Hermandad de la Sagrada Cena, se tiñó aun más de fiesta para acompañar a la dolorosa de la cofradía de manera extraordinaria con motivo del 75º aniversario de la cofradía.
Pasadas las seis de la tarde las puertas del Sagrado Corazón de Jesús se abrían para que diera comienzo el traslado de la sagrada imagen a la Plaza que lleva su nombre. Allí, la cofradía del Domingo de Ramos celebraría la Función Solemne que puso el broche de oro a los cultos de la Virgen y que sirvió de antesala para la salida extraordinaria que protagonizó la Virgen del Rosario por las calles de la feligresía del Corazón de Jesús. Bajo un sol impropio del mes de octubre, el traslado se desarrolló en silencio, mientras D. José Manuel Barral dirigía el rezo del Santo Rosario.
El paso de palio lucía de estreno el bordado exterior de las bambalinas laterales. Obra realizada por Bordados Salteras bajo diseño de Abraham Ceada que remoza y da un nuevo aire más de barrio a los bordados ya existentes. El tintineo de los rosarios que penden de los varales marcaba el andar del paso, que lucía también tras muchos años flores de cera iluminando a la Virgen del Rosario. El cortejo llegaba a la cercana plaza apenas una hora después de salir del templo, accediendo a la misma a través de una particular alfombra de flores pintadas por los más pequeños de la cofradía.
D. José Manuel Barral, párroco del Sagrado Corazón y director espiritual de la cofradía presidió la Santa Misa, que contó con el acompañamiento de la Coral Polifónica de la Merced. La cofradía del Domingo de Ramos estuvo acompañada por la corporación municipal, encabezada por la alcaldesa de Huelva Pilar Miranda, así como por las diferentes hermandades y cofradías de la ciudad. Tampoco faltaron miembros de la Policía Nacional, hermanos honorarios de la cofradía. Al término de la celebración dio comienzo la procesión extraordinaria. Con el cielo ya teñido de negro, la Virgen del Rosario comenzó a pisar las calles de su barrio a los sones de la Asociación Musical Ecijana. Un recorrido lleno de muestras de fervor a la Santísima Virgen, en el que no faltaron las petaladas al paso de la imagen.