El barrio del Polvorín se hizo oración al paso del Santísimo Cristo del Amor
Huelva celebró el primer Vía Crucis de la Cuaresma. Lo hizo en el cofrade barrio del Polvorín en torno al Santísimo Cristo del Amor. Imagen que presidió el Vía Crucis parroquial del Sagrado Corazón de Jesús, una de las citas ya imprescindibles de la Cuaresma onubense, en este año de aniversario para la Hermandad de la Sagrada Cena.
Pasadas las ocho de la tarde, hora fijada para el inicio del rezo, se iniciaba el rezo del Vía Crucis en el interior del templo. Tras la primera estación, el cortejo se echaba a la calle encabezado por la cruz de guía de la cofradía del Domingo de Ramos, seguida de hermanos de la corporación portando cera color roja. También estaban presente en el cortejo las representaciones de las otras tres hermandades de la parroquia: la filial onubense de Montemayor, las Tres Caídas y la Victoria. Tras el guión de la cofradía dominica aparecía la presidencia integrada por los cuatro hermanos mayores del templo y tras ellos el párroco D. José Manuel Barral, encargado de llevar el rezo de las diferentes estaciones del Vía Crucis por las calles de la feligresía.
Un barrio del Polvorín que se hacía silencio y rezo al paso del Santísimo Cristo del Amor, silencio solo roto por los acordes del trío de capilla de la Banda de Música de la Consolación. Numerosos cofrades se dieron cita en la tarde noche de este segundo sábado de Cuaresma para disfrutar del primer culto externo de la misma.
El Cristo del Amor era portado a hombros por sus hermanos sobre las andas procesionales de la Virgen del Rosario Gloriosa, exornada con varios bouquets de distintos tamaños en los laterales. El titular de la Hermandad de la Sagrada Cena vestía túnica color cardenal, mantolín de damasco a dos tonalidades de color morado y juego de potencias de plata rematadas por una flor de lis.
