Dimite la junta de gobierno de la Victoria y carga duramente contra su director espiritual
Nuevo capítulo en el agitado proceso electoral que está sufriendo la Hermandad de la Victoria. Tras conocer en el día de ayer la no aprobación por parte de la autoridad eclesiástica de la candidatura presentada por el actual hermano mayor, Tomás Díaz, la junta de gobierno de la cofradía ha emitido en el día de hoy un duro comunicado en el que cargan directamente contra el director espiritual de la cofradía y párroco del Sagrado Corazón de Jesús, D. José Manuel Barral, y anuncian su dimisión «con carácter irrevocable y efectos inmediatos».
El comunicado, firmado por el hasta ahora hermano mayor Tomás Díaz, expone lo sucedido durante el proceso electoral desde la perspectiva de la junta de gobierno, hechos que consideran como «un claro menosprecio y grave desconsideración» hacia ellos. Un proceso iniciado en el mes de abril, cuando en una reunión en Palacio se le comunica al hermano mayor que debe convocar elecciones antes del verano ante las numerosas quejas de los hermanos. En el escrito, catalogan como «incomprensible e inasumible» la actitud de D. José Manuel Barral, actitud que dicen «no resulta extraña dada la ya trayectoria en este sentido de claro menosprecio mostrada hacia esta junta de gobierno desde su llegada a la Parroquia».
Culpan en el comunicado al director espiritual de la no aprobación de la candidatura presentada por Tomás Díaz «se ha puesto de manifiesto por parte del Sr. Barral el impedimento a la presentación de nuestro hermano mayor y su candidatura a la reelección», alegando que ha sido el propio párroco quien ha remitido un escrito al obispado pidiendo que no se apruebe esta candidatura por hechos graves ocurridos. Hechos que la junta de gobierno niega o que en su lugar «en nada motivan o justifican esa decisión, volviendo a los tiempos de la Inquisición, y simplemente por el único motivo de porque a él le da la gana, y a callar y punto».
Tras todo esto, la junta de gobierno tomó la decisión reunida en sesión extraordinaria en el día de ayer de dimitir en pleno. Una dimisión que, según indican, derivará en la suspensión del proceso electoral hasta nombramiento de una junta gestora. Dicha gestora deberá continuar con el proceso electoral, así como organizar los próximos cultos de la Hermandad. Una decisión que, no obstante, deberá decidir el obispado, por lo que a día de hoy el proceso electoral iniciado a finales del pasado mes continúa en vigor.