Así será el «Traje de Huelva» para la Virgen del Rocío
La Comisión «El Traje de Huelva» presentó en la tarde de ayer en el Gran Teatro de la capital onubense, durante la celebración de una gala rociera, el diseño del futuro «Traje de Huelva». Un nuevo traje para la Virgen del Rocío que será donado por todos los onubenses que deseen colaborar y que verá la luz en el año 2027, de la mano del bordador Pedro Palenciano.
En cuanto al diseño presentado, su autor es el proyectista malagueño Curro Claros. Un traje cuya descripción puede leer a continuación:
El diseño está inspirado en los trajes de corte del Renacimiento que usaban las reinas e infantas españolas de la Casa de Habsburgo y cuyo modelo se siguió para vestir a las imágenes de la Virgen desde esta época hasta finales del siglo XVIII, perpetuándose hasta la actualidad en un sinfín de ejemplos que encontramos por la geografía española. En el caso de Nuestra Señora del Rocío, su iconografía tuvo pocas alteraciones con respecto a este patrón, llegando a nuestros días en sus líneas esenciales.
Tanto en el retablo cerámico de 1696, como en el grabado de 1720 observamos el uso del orofrés en las sayas, al que en algunas representaciones se le añaden lazos sobre el mismo. Esta costumbre es heredada de los usos de la moda renacentista, en el que este elemento servía para prender joyas en la falda, tal como observamos en los retratos de la Infanta Isabel Clara Eugenia de Alonso Sánchez Coello o Juan Pantoja de la Cruz. Debió ser durante los años centrales del siglo XVIII cuando desaparecieron estos lazos, siendo una reminiscencia de los mismos los que anudan los ex votos que se prenden a la saya al ser vestida de viaje para los traslados a Almonte.
De este modo, lo que se pretende con la elaboración de este traje es la recuperación de elementos históricos de la iconografía de la Virgen del Rocío que se perdieron a lo largo del tiempo, y que concuerdan con la fisonomía renacentista de la propia escultura, que se presenta ante los fieles como una Reina. Es por tanto este traje un revival con el que se recupera una visión de la Virgen del Rocío perdida para el imaginario popular y que viene a actualizar este modelo. Pero hay más: es un canto en su simbología a las verdades de la fe católica y a la devoción que profesamos a Nuestra Señora, así como la adoración profunda a Cristo en su infancia, ofrecido por su Madre al mundo para su salvación.