La Purísima Concepción volvió a bendecir las calles de Huelva a final de año
Pasó un año más la Solemnidad de la Purísima Concepción y con ella la última de las procesiones del año en nuestra ciudad. La Hermandad de la Inmaculada puso el tradicional broche de oro al año en términos cofrades con la salida procesional de su titular por las calles del centro de la ciudad.
A las cinco de la tarde se abrían las puertas de la Parroquia a la que la imagen presta su nombre para dar comienzo la procesión. Daba comienzo una salida que estrenaba itinerario a causa de las obras en la calle Palacio, lo que nos dejaba ver imágenes nuevas con la Virgen que tallara Mario Moya por la plaza de las Monjas o junto al Convento de las Agustinas. La Purísima Concepción se disponía en su coqueto paso, iluminado este año por vez primera con varias piezas de candelería entre las que destacaban unas flores de cera junto a los cnadelabros. Flores blancas y rosas componían el exorno floral que decoraba las andas.
A los sones de la Banda de Música Maestro Tejera avanzó la procesión buscando el Convento de las Hermanas de la Cruz para posteriormente acceder al interior de la Iglesia de Santa María de la Esperanza, donde fue recibida la hermandad por la corporación del Miércoles Santo. Momentos después, en el itinerario de regreso, la priostía tuvo que retirar la corona a la Santísima Virgen a causa de unos problemas, lo que también ofreció una estampa inédita de la imagen sin corona por las calles de Huelva.