La Ermita de la Virgen de la Peña será nombrada Santuario Diocesano
La Diócesis de Huelva suma un nuevo santuario. La Ermita de Nuestra Señora de la Peña, enclavada en la cumbre del Cerro del Águila de Puebla de Guzmán, será erigida como Santuario Diocesano el próximo día 1 de diciembre convirtiéndose así en el templo mariano referente en la Vicaria Episcopal Costa-Andévalo de la diócesis de Huelva.
El acto de proclamación tendrá lugar en el propio Santuario el próximo domingo a partir de las 13:00h durante una Solemne Misa presidida por el vicario episcopal D. Juan Manuel Pérez Núñez. Se culmina así el proceso iniciado hace algún tiempo en el que han venido trabajando la hermandad y la parroquia, dando respuesta a los requisitos necesario para alcanzar dicha distinción. El rector del Santuario será el párroco de la Parroquia de la Santa Cruz de Puebla de Guzmán, D. José Manuel Romero Martín. Con este nuevo santuario, con cuatro las ermitas de nuestra diócesis que ostentan este título, sumándose el de la Peña al Santuario Nacional de la Virgen del Rocío de Almonte y a los Santuarios Diocesanos de la Reina de los Ángeles de Alájar y la Virgen de la Cinta de la capital.
El Santuario Diocesano de Nuestra Señora de la Peña fue edificado probablemente en el s.XVI, si bien su configuración actual se debe a las diferentes intervenciones que ha sufrido desde el s. XVII hasta mediados del S. XX. Presenta una planta en forma de cruz latina. Consta de una sola nave a la que cruza el brazo transversal con bóveda semiesférica sobre pechinas y arcos de medio punto. Al fondo, en la capilla mayor, se abre el camarín de la Virgen de la Peña.
Según el Código de Derecho Canónico, se designa santuario a una iglesia u otro lugar sagrado al que, por un motivo peculiar de piedad, acuden en peregrinación numerosos fieles. En estos templos se debe proporcionar abundantemente a los fieles los medios de salvación, predicando con diligencia la palabra de Dios y fomentando con esmero la vida litúrgica principalmente mediante la celebración de la Eucaristía y de la penitencia, y practicando también otras formas aprobadas de piedad popular.
