Emigrantes realizó su peregrinación extraordinaria a la aldea del Rocío
En la mañana de ayer domingo la Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío realizó su anual peregrinación extraordinaria al Santuario de la aldea almonteña. Una pereginación que este año ha estado marcada por la ausencia de la Virgen del Rocío a causa del proceso de restauración al que está siendo sometida. En su lugar, el Simpecado de la Matriz del Almonte presidía el altar del templo y recibía a los rocieros onubenses.
Desde la jornada del sábado los hermanos de Emigrantes celebraban dicha peregrinación, primero con la convivencia de peñas de la filial en el Eucaliptal y posteriormente, ya a última hora de la tarde, con la participación de la hermandad en el rezo del Santo Rosario junto a las otras filiales que peregrinaban en este fin de semana: Sabadell, Almería, Manzanilla y Utrera.
Para la mañana del domingo quedaba la celebración de la Sagrada Eucaristía en el Santuario del Rocío. Pasadas las doce de la mañana la hermandad comenzaba a caminar, pisando las arenas de la aldea que separan la casa hermandad de Emigrantes del templo de la Blanca Paloma. La Hermandad de emigrantes estuvo acompañada en su peregrinación por representantes de un buen número de hermandades rocieras de la provincia, así como la Hermandad del Rocío de Huelva; su madrina, la Hermandad de Rociana; y su ahijada, la Hermandad de Sabadell. También acudió a este culto al Hermandad de la Sagrada Cena, con quien la corporación rociera se encuentra en proceso de hermanamiento. Junto a ellas los representantes civiles y militares de la corporación.
A las puertas del Santuario aguardaba una representación de la Hermandad Matriz de Almonte. El Simpecado de la Concha Peregrina entraba en el Santuario precedido por el presidente de la filial, José Francisco Garrido, junto a la hermana mayor del próximo año, Mariló Palanco. A los sones del coro de la hermandad, el Simpecado se pudo frente por frente al de la Matriz momentos previos a que diera comienzo la santa misa, presidida por el vicario y director espiritual de la corporación rociera, D. Jaime Jesús Cano Gamero.
