Gibraleón vuelve a dirigir sus pasos hacia el Santuario de Nuestra Señora de la Cinta
El origen de la devoción a la Virgen de la Cinta lo encontramos en la leyenda de Juan Antonio el zapatero. Un vecino de Gibraleón que levantó una primitiva ermita como agradecimiento tras sanar de una dolencia gracias a una cinta que encontró tras implorar a la Virgen. Desde entonces, existe gran devoción a la patrona onubense en la vecina localidad Gibraleón, que se renueva cada año con la peregrinación a pie hasta el Santuario de la Cinta.
El próximo domingo 1 de octubre es el día elegido por los vecinos olontenses para recorrer los casi 15 kilómetros que separan su localidad de la capital de la provincia. Un año más, es la Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores, Santo Entierro y Cristo de la Buena Muerte la encargada de organizar esta peregrinación que rememora aquel camino que realizaba Juan Antonio el zapatero. Tras llegar al Santuario Diocesano de la Cinta, celebrarán una Solemne Eucaristía a las plantas de la Patrona de Huelva a las 10:30h.